Ciudad caracol
Los nubarrones invaden la noche
Y sus mulatas colándose
En nubes vaporosas
Se enroscan a las cúpulas del cielo
Laberintos de calles amarillas y doradas
Desembocan en la herida brillante de una playa.
Atrás quedan-hace unas horas-
Bocinazos, súplicas, gestos obscenos
Todo es quietud, se detiene mi aliento
Al mirarte,Cartagena
El turquesa de tu mar
El olvido del hambre
La amabilidad de tus gentes
Flotan en el Chagall de mi mente
Conmigo llevo coloridas cuentas, dulces flotantes
Bocas, dientes rotos
Voces perezosas y cortantes
En tus frondosos patios
Latió mi corazón
Galopando entre estatuas, jaulas locas y aljibes
Todo es quietud, se detiene mi aliento
Al mirarte, Cartagena
Racimos de aterciopeladas plantas
Gritan desde balcones con fucsias y escarlatas
Son tus plazas, turquesas
Y tus calles tornasoladas
Se adornan con mujeres y sombrillas de plata
De vez en cuando una fachada azul
como un tajo se brinda
En las inmaculadas hileras de casas
Las palomas de tus plazas
Su inquietud, la magia de su vuelo
aletean para siempre
En mi alma de Uruguaya
¡Adiós ciudad caracol!
Todo es quietud
Se detiene mi aliento
Al mirarte, Cartagena.